El futuro imperfecto
Tres historias


Francisco Oltra Mollá


La otra tierra

¿Es posible que seamos emigrantes en este mundo?

Es lamentable que el deseo desmesurado de cosas sin sentido pueda llevarnos a un final desastroso para nuestros nietos.

¿De verdad que no somos conscientes de que el consumir sin medida no puede continuar?

Si cada vez somos más, si pueblos enteros anegan a otros con el deseo, legítimo, de tener lo que ellos han conseguido. Nuestro mundo y cada país por separado, no podrá mantener el ritmo. ¿Cuanto tardaremos en conseguir que la burbuja estalle? No lo sabemos, pero nuestros dirigentes están seguros que no será en diez años que poco más o menos es su esperanza de estar en el poder. Después otros se harán cargo y ellos ya tienen su fortuna hecha.

A menor nivel, lo mismo pasa con cada uno de nosotros. La pregunta lleva implícita la respuesta. «Si no lo hacemos todos...¿sirve para algo mi humilde contribución?» Sencillamente NO.

No hay nadie al que verdaderamente le importe algo nuestro futuro y hay que ser conscientes de esto. El poder nos quiere separados, todo lo que huele a unión es malo. Nunca en la historia hemos estado más separados. Hace muchos años que las tribus peleaban entre ellas y se necesitaron líderes que las uniera. Repasemos los Mongoles y Genjis Kan. Pero actualmente se ha llegado al extremo de conseguir que seamos enemigos los miembros de la misma familia. El hombre es malo, la mujer buena, tal equipo es bueno y tal malo, Buda es bueno y Jesucristo malo...y seguiríamos con una cantidad enorme de mentiras y despropósitos que solo sirven para debilitar a una sociedad que cada vez será más pobre y más corrupta.

Como un personaje comenta en uno de los capítulo, si nos comemos toda la miel, morirán de hambre las abejas y si ellas mueren morirán de hambre nuestros hijos. Pero no hay problema, seguiremos creyendo todo lo que nos digan sin cuestionarlo, porque es muy fácil dejar que piensen por ti, al fin y al cabo, son tan buenos, yo no me había dado cuenta de lo imprescindible que es la vida sin una piscina en el comedor y si mi pareja no me la da o me la consiente, lo mejor es separarnos y no estar con un ser insufrible que me maltrata emocionalmente negándome este pequeño capricho.

La última narración en este volumen trata de ese futuro más allá del que se perfilaba en la historia de María. Es una parada de nuestro destino, lo que no sabemos es cuanto tardará el autobús en llegar. ¿O es que te crees La guerra de las galaxias?



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