Marcela II

Marcela peina sus trenzas
a Ia orilla de la fuente:
Ia tarde copla coplera
sirve a Marcela de peine.

En el monte los rebaños
con rumor de cascabeles.
0jos azules de niña
lindo pie, cintura breve,
rubias trenzas y sus dedos
que en el agua son diez peces.

El sol iba dando tumbos
sobre la tarde caliente
el aire traía olores
de tomillos y laureles.

¡Ay como canta Marcela
cantares de campo verde
canta que canta cantares
a la vera de la fuente!

Cerrando el campo, la sierra,
con su cascarón de nieve,
la tarde palpita grillos
y rumores de carnpanas.

El cántaro en la cadera
y las trenzas en Ia espalda
por el polvo deI camino
Marcela camina y canta.

Con rumbo hacia el sol poniente
un jinete se acercaba.
En las crines del caballo
viene la luna sentada.

Agua pide el caballero
agua la niña le daba
jinete, luna y caballo
en el cántaro se sacian.

¡Ay que sed el caballero,
que se bebió toda el agua!

Mi caballo, niña bella,
tiene poderosas ancas
y fuentes hay en el mundo
a las que yo te llevara.


Cárcel 18-7-40