¡Estropeaban la máquina!
AmistadVendí una L-5000 a una fábrica de tejidos.

La instalación fué sin ninguna complicación y los programas ya los tenía hechos por mi tal como cuento en otra anécdota.

Terminados ya los últimos arreglos de la programación, quedaba la máquina preparada para poder hacerle algunas pruebas e ir modificando, si todavía quedaba algo sin importancia, sobre la marcha.

Hay que tener en cuenta que el software se tenía que "compilar" y esto no era en la propia máquina.

Los lenguajes de programación entonces estaban en mantillas y todavía no teníamos ninguno de mayor facilidad como el COBOL. Se escribían unas instrucciones muy básicas como EB05 que eran perforadas en una cinta y luego leídas por un "compilador" que nos daba otra cinta con el programa. Esta cinta es la que leía la máquina para poder funcionar de acuerdo con esas instrucciones.

Así pues, yo pasaba la cinta a la máquina del cliente y él después miraba a ver si salía, más o menos, como él quería.

Pero de repente empezó a llamarnos el cliente diciendo que la máquina no funcionaba.

Carlos (el “mecánico” al que llamábamos “aceitera”) y yo nos pasábamos por el cliente a ver qué le pasaba y todo eran cosas muy sencilla. Unas veces había alguna tarjeta suelta, otra un cablecito, etc

Cuando esto se repitió ya muchas veces y el cliente ya nos decía que la máquina era una porquería, Carlos me dijo que todo eso no podía ser, que a guíen estaba manipulando la máquina.

Lo hablamos con el cliente que,comprensivo, nos dijo que también él había pensado en algún momento que podía haber algo de malas intenciones hacia la máquina por parte de su personal.

Al cabo de unos días nos llamó pidiendo disculpas porque habían pillado al contable manipulando el interior de la máquina e intentando aflojar algunas de sus conexiones.

El hombre estaba segurísimo de que la L-5000 podía quitarle el puesto de trabajo.

Se le convenció que lo único que haría sería hacérselo más rápido y cómodo. Lo entendió.

Cosas de los sesenta.