Home Siguiente Anterior Pág 18

Informático en los 60

una imagen

Una fábrica de muñecas.
Mi primer director y del que aprendí todo lo que sé en cuestión de ventas, me dijo que nunca me fuera de un cliente, la primera vez que nos veíamos, sin causarle alguna impresión aunque tuviera que ser pisándole un pie. Si no es por algo inusual, no se acordarán de usted Sr. Oltra -me dijo-.

Y es cierto. También sirve para la vida normal. Una persona nueva en grupo de amigos, dejará de existir a menos que él tenga alguna característica especial; que sea muy feo, muy guapo, bizco, ojos saltones, gracioso...

Si no es así y encima vas a venderle algo que otros irán llegando o han llegado antes, sólo recordará algo especial a menos que tu producto sea lo más del mundo mundial.

Recuerdo una visita que hicimos a una fábrica de muñecas. El dueño nos recibió en su enorme despacho y después de los saludos de rigor, el mejor comercial que he conocido en mi vida, se lanzó en directo a convencer al serio cliente.

Yo iba de ayudante y llevaba un proyector de diapositivas y una pantalla para proyectarlas. El posible cliente no dejaba de mirarlo mientras tenían unas palabras de rigor sobre tiempo, cómo estaba el mercado o cómo iba la liga de fútbol (naturalmente ya nos habíamos enterado de qué equipo era seguidor).

En uno de los cortes de la conversación mi director le preguntó al posible cliente.

-No le importa que le hagamos una demostración ¿verdad?

E inmediatamente me indicó que desplegara la pantalla y él puso un paño en la mesa para que, al colocar el proyector, no le dejara ninguna marca.

Huelga decir que no sólamente hicimos la demostración, si no que nos llevamos el pedido de una instalación completa.

Habrían ido varios comerciales, pero nosotros fuimos especiales, nos salimos de lo normal sin ofender.

Autor:
Artículos

Hablemos de...
Los caracteres digitales
Voy a explicar una cosa que para cualquier informático por poco que sepa es mas básico que saber las vocales. Pero para los que no lo son quizás sea interesante y una curiosidad.

¿Alguna vez se han preguntado como es posible que con ceros y unos se pueda decir y hacer prácticamente todo?

Lo vamos a explicar. Las primeras maquinas, las instrucciones básicas se le decían con una serie de 8 puntos llamados octetos. Cada uno de los puntitos se llaman bits y el octeto se llama byt. Un kb son mil byte.

Entendamos primero que los números que no son en módulos de 10 como lo entendemos, son módulos 16 y se llama lenguaje hexadecimal. Con 4 bits se representan los 16 números.

Los cuatro bit activos sería el 15 (1+2+4+8) añadimos el cero y ya tenemos dieciséis números representados con solamente 4 bits.

La máquina leería de cuatro en cuatro (no es así pero es para hacerlo muy sencillo).

Si ponemos cuatro ceros 0000 como no hay ningún 1 es un cero.

Si lee 1000 como el uno es el primero seria el numero uno.

Si lee 0100 como ocupa la posición segunda seria un dos.

Y si el activo es el tercero ¿un tres? No, esto 0010 es un cuatro. Y esto 0001 un ocho.

¿Como puede leer un tres? Fácil 1100 o sea uno y dos son tres. ¿y cinco? Pues así 1010 uno y cuatro es cinco.

¿Que numero es este 1111 ? El quince; uno mas dos mas cuatro mas ocho.

Como un octeto tenía 8 bits también entraban todas las letras.

Conforme las instrucciones en las máquinas tiene mas bits, pueden interpretar con una sola lectura instrucciones más ámplias por lo que son mas potentes y mas rápidas.

Es como si nosotros leyéramos letra a letra o de una toda la pagina del libro.

Hablemos de...
La imágen de los números
Estoy seguro de que más de una vez, si usted es uno de los amantes de las preciosas palabra “por que?”, se habrá preguntado si las figuras de los números tienen una razón o simplemente son el fruto de una evolución a partir de algunas imágenes primitivas. Quizás el 2 viene de un momento en que el matemático que estaba pensando como dar una imagen a este número y vio pasar a un pato, se dijo, “Eureka, el dos es un pato!”. Lamentamos llevarle la contraria pero no fue así.

Desde luego existen algunas teorías pero a nosotros la que nos parece más lógica es esta que le vamos a exponer.

Cuando se empezaron a escribir los números, que nosotros utilizamos, la escritura no era tan sofisticada como ahora en la que se le dan mil y una filigranas para representar hojas o cualquier otro tipo de adornos. Escribir era muy serio y pesado, desde la cuneiforme hecha sobre losetas de arcilla hasta la de los escribas primitivos con sus plumas de ganso. Tenía que ser una forma muy fácil de escribir y de identificar. Los romanos fueron expertos en muchas cosas pero su sistema de escritura para los número es un completo follón y difícil para hacer operaciones matemáticas. Pero vayamos al grano. Si dibujamos los números de la manera más recta posible y los observamos ¿que vemos? Lineas y ángulos. Y si contamos los ángulos menores de 90 grados ¿que tenemos? Su valor numérico.

Véalo en las imágenes siguientes.


Naturalmente, como se ve, el cero no tiene ningún ángulo.