¿Que querría usted recordar?
Hace muchos años existía un programa de radio en el que se contaban aventuras, como las de hoy en día en la televisión, y que se llamaba “El criminal nunca gana”.
Naturalmente que eso era una utopía de la época porque, con el tiempo, te das cuenta de que más vale no comparar porque quizás saldría ganando la lista de criminales que se hayan burlado de la ley o la sociedad a los que han sido capturados y pagan justamente sus desmanes.
¿Cuantos asesinos se salvan por algún defecto de forma o sencillamente porque el abogado era mejor que el de la victima?
¿Cuantos asesinos se salvan porque nunca sale a la luz su crimen?
¿Cuantos criminales que pueden llevar miles de muertos a sus espaldas nunca son juzgados porque son demasiado poderosos?
¿Cuantos políticos aprueban leyes perjudiciales para el pueblo, pero que la publicidad ha hecho que sea aclamada y es buena para sus intereses partidistas?
¿Cuantas personas pueden morir de hambre mientras hay otras insaciables que roban miles de millones o incontables personas que los robos se limitan a pocos cientos, con facturas falsas, subsidios amañados, robando en comercios... porque no tienen opción a mayor cantidad?
Y quizás hace algunos años la moral o la educación era de otra manera y hasta es posible que algunos sintieran remordimiento. Actualmente no. Es lo normal y lo que hacen todos.
Un dicho antiguo decía que “la mujer del Cesar no solamente ha de ser casta, lo ha de parecer”. Actualmente basta con aparentarlo, que no lo es, existen muchas posibilidades.
Las cosas han cambiado mucho. Si un niño entra en un bosque lleno de lobos, la sociedad no le dirá que no lo haga, sencillamente le dirá “entra, no te preocupes porque tu eres libre. Eso si, si los lobos te matan, no te preocupes que haremos una ley que lo prohíba y mientras, les daremos una orden de alejamiento”. El niño morirá, pero ellos acallarán su conciencia y el pueblo agitará su puño contra los lobos, que seguirán siéndolo por muchas leyes represivas que se aprueben.
Nunca entenderemos que más vale prevenir que curar y la solución está más en la educación y la cultura que en las leyes represoras. A lo mejor había que resucitar aquella frase de los 60
Prohibido prohibir
El futuro imperfecto 2: Tres historias.
...de un futuro más que probable. Tres épocas de ese futuro que nos espera y que pensamos que ya es imposible el poder cambiar. Un futuro cercano en el que todavía puede quedar algo que destruir, un futuro siguiente en el que los bionicos ya nos habrán superado y otro en el que, quizás, la tierra no sea este planeta.
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