Judía
(Phaeolus vulgaris)


Planta cultivada anualmente, con un tallo de crecimiento ilimitado que se suele dirigir sobre cañas que alcanzan 2 o 3 metros de altura.

Esta provista de hojas alternas trímeras.

En las axilas se forma racimos de flores de varios colores.

Su fruto es una vaina. Estas, cuando todavía están verdes, se consumen como verdura.

Con fines medicinales se recogen las vainas cuando los frutos están casi totalmente maduros y casi estallan.

Se separan las semillas, generalmente mediante medios mecánicos, que se utilizan como alimento y el resto se seca al sol.

Contienen albúminas, distintos aminoácidos, hidratos de carbono y muchos minerales.

Sin embargo, los productos más interesante son las glucoquininas, unas sustancias capaces de reducir los niveles de glucosa en sangre.

Además contiene flavonas y otras sustancias con propiedades diuréticas.

Se usa sobre todo como diurético en caso de afecciones cardíacas y renales y como tratamiento complementario de la diabetes.

El té de judía se utiliza en la medicina popular desde muy antiguo en la retención de orina e hidropesía, pero también para el tratamiento de cálculos renales, nefritis, ciática y gota.

La harina de judía sirve para preparar cataplasmas contra eccemas crónicos.

Las semillas de las judías constituyen un alimento excelente.

Contienen hidratos de carbono y proteínas y muestran un índice glucémico muy favorable.

Adicionalmente, las judías contienen faseolamina, una sustancia que inhibe la a-amilasa y retrasa la absorción de los hidratos de carbono.


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