• - 8 alcachofas.
• - ajos
• - pimienta molida
• - aceite
• - sal

1. Se corta el tronco de las alcachofas para que se mantengan de pie sobre una superficie, y las iremos golpeando fuertemente de punta contra el banco de la cocina chafándolas un poco para que se habrán las hojas.
2. Con las hojas hacia arriba las meteremos sobre la llanda (bandeja) del horno, arregladas unas junto a las otras.
3. En el centro abierto de las alcachofas repartiremos un par de dientes de ajo trinchados muy finitos, la sal, un poquito de pimienta molida y abundante aceite.
4. Las meteremos en el horno, en el centro, después de precalentarlo a 250 grados, y al ponerlas lo bajaremos a 200.
5. Deberán cocer, según lo tiernas que sean las alcachofas, entre 45 y 60 minutos.
6. Sabremos que están cuando al intentar arrancar una de las hojas de la mitad de la alcachofa, se arranque sin romperse del corazón con su parte blanca en su sitio.
7. De todas formas, siempre es mejor que cuezan un poco de más que que se queden a medio cocer.
8. Se deben de servir calientes, y acompañando un plato vacío para las partes a desechar al pelarlas, chupando hojita por hojita, placer de dioses.

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