Abrimos los higos y en un recipiente los ponemos a macerar unas horas con el moscatel.
A continuación, preparamos la masa disolviendo la levadura en el mínimo necesario de agua tibia, y le agregamos el moscatel de macerar los higos y la harina, removiéndola bien hasta homogeneizarla.
Cuando esté lista, la dejaremos reposar unos minutos, e iremos rebozando en ella los higos y friéndolos en aceite muy caliente hasta dorarlos.
Los ponemos a escurrir y los espolvoreamos con azúcar.
Se sirven acompañados de buenas copitas de moscatel de la provincia de Alicante, a ser posible.