En una cazuela de barro, ponemos el pollo "espatarrat", o sea, abierto totalmente por la tripa y rompiendo el hueso del espinazo y sobre los cuartos traseros para que se abra lateralmente y se despatarre sobre la cazuela.
Lo rociamos abundantemente con aceite de oliva, y luego añadimos el agua y el vino.
Finalmente, lo rodeamos de las patatas, previamente peladas y cortadas a tacos gordos.
Salamos por encima y ponemos encima la ramita de romero.
Precalentamos el horno a 175 grados, y cuando esté introducimos el pollo, dejándolo cocer 45 minutos, y lo vigilamos mientras cuece, rociando un poco más con agua si se seca.
A los 10 minutos, sacaremos la ramita de romero, que podremos poner luego encima para decorar cuando sirvamos o poner otra nueva fresca.